Kosecki en el Adolfo

He intentado darle indicaciones más precisas a Bing de cómo es el Adolfo Suárez, pero esta de arriba me ha parecido una distopía como mínimo adecuada para la historieta que venía a contar hoy (aunque voy ajustando, sigo yendo volado de tiempos, así que valiendo).

Es cierto que hay mucho colchonero en Ávila, aunque quizás poner una bandera rojiblanca gigante en la Muralla sea demasiado hasta para mis buenos amigos del qué manera de perder.

¡Donato, comparte el jamón!

Abel (Diego), Tomás, Pedro, Solozábal (Caminero), Moacir, Juanito; Manolo (Pirri), Vizcaíno, Quevedo; Luis García (Benítez), Kosecki (Sabas).

31 años, que se dice pronto. Esa es la alineación que presentó el Atleti, según esta página, en el Trofeo Ciudad de Ávila del año 93, con victoria por 0-4 para los de Sabina (esa vez les tocó ganar). No veo ahí a Donato, así que no sería ese día cuando ocurrió lo de la anécdota de mi cerebro. Estuvo Donato en el Atleti del 88 al 93, así que tendría yo entre 5 o 10 años cuando Donato se metió a los vestuarios del Adolfo, con un jamón, mientras le parroquia le conminaba a compartir la pieza.

Donato era un jugador eficaz, y un tipo carismático. Recuerdo en Estudio Estadio la que liaron con aquel «Fuerza para vivir». Los muñecotes o guiñoles gozaron con aquel cebo.

Pero a mí el que me fascinaba era ese Kosecki, polaco, pelazo en los cromos. Por lo que sea se me quedó en la cabeza, pero mezclado con otro polaco de impresión: Kowalczyk, bigotazo,  que anduvo por el Betis los años siguientes de los 90.

Desde los dosmiles se me convirtió en un pensamiento recurrente, de repente estar viendo algo y decirme: «Carajo, cómo se llamaba el polaco aquel del Atleti que vi en el Adolfo». Y mi cabeza responder Kowalczyk, no Kowalczyk no, era otro nombre. Y darle vueltas y vueltas a las neuronas.

Ahora, afortunadamente, está esto del Interné para comprobar rápidamente cómo se llamaba: Roman, del 66. Tiene un hijo futbolista, que ha llegado a internacional, pero sin la gloria de haber jugado en nuestro Adolfo. 

Ha pasado un porrón de tiempo, sí, y lo del ascenso … pues estams trabajando en ellow.

Tenía previsto subir esta entrada por estas fechas, que nuestro glorioso equipo encarnado ya tendría a tiro el ascenso después de una excelente campaña y tras haberse cruzado con algunos rivales directos. El Adolfo, hasta arriba (dentro de sus posibilidades), lleva en los últimos lustros una maldición de «día grande, día de derrota». 

Sirva este texto de antídoto. Que no haga falta que venga por aquí el nieto para que veamos a nuestro Ávila, como pedía ayer, siendo visitado por el Legia Varsovia, aunque sea en el Football Manager.

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