Los cortos de Toy Story

Cada vez pasa el tiempo más rápido. Hay quien dice que hay una conspiración en ello. Los cuásares y no sé qué y que el universo parece acelerarse a medida que envejece. Será eso, la conspiración de que nos hacemos mayores.

Toy Story nos salva (un poquito). Y de eso quería hablar hoy. ¿Acaso no, después de ver un Toy Story, tenemos cierta tendencia a coger un peluche o juguete viejo y darle algún mimo o caricia? Me pasa con mis Elmos a los que miro suspicaz a ver si se han movido desde el día anterior.

He vuelto mucho a Woody, últimamente. Al pequeño tunante le dio hace un par de veranos por verse todos los Forkys, una y otra vez. Son una pequeña payasada, pero tienen su aquel. Hasta diría que ganan con el visionado (y hay alguno que habré visto más de 15 veces. ¿Qué es el queso?)

Os quería recomendar hoy los «Toy Story Toons» (para mí, en casa, «pon los cortos de Toistori»).  Descubro, al hacer esta entrada, que tienen su tiempo: se estrenaron entre 2011 y 2014. Yo los he conocido  en el último año y me parecen pequeñas delicias (se pueden ver en la plataforma Disney +).

Son pequeñas historias protagonizadas por los juguetes de la saga Toy Story, nuestros viejos amigos. La cocción es la habitual: aventuras y desventuras en diferentes situaciones. Pero la novedad es que funcionan como pequeños spin-off de personajes que ganan mucho con estas peripecias. Los pongo en orden creciente de cómo los recomiendo: Vacaciones en Hawai, Pequeño gran Buzz, Fiesta Saurio Rex y Toy Story: El tiempo perdido

Rex se convierte en uno de mis juguetes favoritos gracias a su historia en la que huye del estigma de «Aguafiestas Rex» y se convierte en el rey de la fiesta de unos juguetes de baño. Breve y divertido.

Pero la maravilla, para mí, es «El tiempo perdido». Dice la Wiki que «Trixie, un triceratops de juguete, está frustrada porque Bonnie nunca la representa como un dinosaurio durante el tiempo de juego». Qué gran personaje es Trixie. Y Bonnie, y Bonnie. Bonnie y su maravillosa mente, que diría Woody. 

Cortos, cortitos, intensos, con muchas relecturas, que nos hace recordar por qué amamos a estos juguetes (y reivindican a la mejor Pixar como maestra en el arte de contar historias). Yo, que soy lloroncete, a veces se me queda la cosa ahí, ahí. 

He querido en estos ultimos martes de 2023 seguir haciendo un repaso de historietas y cosas que han ido ocupando, poco a poco, el año. Y buena parte de ello son las cosas más breves. Desde los partidos de Fifa, hasta las películas, series y tik tok; parece que todo ahora es rápido, rápido. Todo más corto, todo más veloz, visual. Dopamina, pam, pam.

Pero no se vea todo por el lado fácil o prescindible. Hay cosas fantásticas. Por ejemplo el fin de semana actualicé las candidaturas a la nueva categoría en #Faritos de cortos, documentales, historias audiovisuales… y hay muchas novedades interesantes a apuntarse.

20. “Bad Boys” al mejor Documental, Reportaje, Corto o Historia Audiovisual

(Esta categoría está ya en periodo de votación, por aquí)

No puedo acabar aquí sin decir una palabra que lleva implicita una recomendación: otros de esos cortos dulcísimos. El concepto a buscar es Doug y la palabra en cuestión es… ¡Ardilla!

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