Contento y feliz como una lombriz llega este premio al mejor Comunicador, que el año pasado registró una de las mejores votaciones históricas de los Premios Trapseia.
Se trata de reconocer a amigos de la vida real o de la compañía virtual a través de la pantalla, las ondas o el teclado, que comunican de una forma especialmente estimable.
Proponed a vuestros favoritos: la batalla será potente.