Tupra

«Tupra, o el vacío tras Marías» he titulado la entrada, que me ha costado -entre unas cosas y otras- un par de meses ponerme a escribir.

Javier Marías fallecía un 11 de Septiembre, que ya es puntería en el calendario. Me quedé estupefacto al leerlo, di un par de vueltas a la casa de mis suegros, mirando el móvil, desorientado. No exagero, y así lo sabéis todos los que leéis a menudo, al definir ese vacío. No por lo personal, sino por la literatura.. No hacía tanto que acababa de leer Tomas Nevinson, y la perspectiva de no tener más noticias de Nevinson, Berta Isla, Jaime Deza, Oxford, el MI6, el pincel de Marías sobre Madrid… me dejó desnortado.

Marías o te gusta o no te gusta, y las dos cosas con fuerza. A mí como lector me cambió la mirada sobre los libros, gracias a «Tu rostro mañana» que mi madre me regaló hace 20 años ya, y que luego dio paso a una buena tacada de novelas. Sobre todo a lo que llaman «El ciclo de Oxford», que Marías llevaba trabajando desde el 89. Para los que estén leyendo esto y no hayan leído a Marías (qué osadía estar leyendo aquí pudiendo leerle a él), el del Reino de Redonda juega a volver sobre escenarios y personajes, reapareciendo de repente una referencia a un personaje de otra novela pasada, o recuperándolos directamente para la acción.

Y sé que voy a echar de menos a Tupra, a Bertram Tupra. El implacable, imperturbable, racional y eficaz calculador manejador de hilos y personas. El elucubrador de futuros (rostros mañana) movedor de piezas, lector de poemas y enamorador de instantes.

Un personaje que sólo Marías sabe trazar de forma magistral, ir dejando pinceladas, metiéndotelo en tu mente, como el mencionado personaje hace por su parte en tantas y tantas meninges en las obras del escritor español. La espada de Tupra, la poesía con Tomas y con Deza, sus visitas a Madrid… por referenciar algunos momentos memorables.

Sólo queda releer, que tampoco es mala cosa.

"(Tupra es) alguien que pone a los demás ante dilemas irresolubles, que los fuerza a ahondar en las cosas y en las personas y a tomar posturas y decisiones arriesgadas (...) con la vida y la muerte, con quién debe preservar la primera y quién merece la segunda. Es un hombre simpático y drástico y muy escéptico, como corresponde a su profesión, no sólo de espía, sino de reclutador de talento"

Mejor leed los libros, ya son historia de la literatura en español 

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