Las bandas del camino (y III de III)

Porque a veces…hay partida.

“Más que la noche – que siempre se torna oscura para los felinos sin garra – fue Internet la escuela para descubrir que no existen las chicas imposibles, que te podías enamorar de unos ojos azules pero también de una canción, una letra, un toque, un find me somebody to love“

Poniendo casillas de distancia al monstruo, junto al Ebro pasaban los turnos… y veía en la Expo un videoclip que me hizo el Agosto…

Intentando sobrevivir a un pequeño rocknroll, el primer movimiento fue el sueño.  Y llegó la ruleta rusa, la adicción a la contradicción.

“Dicen que me da por ausentarme del lugar donde me esperan
dicen que puedo servir…de enredadera”

Aterricé de vuelta en Castilla, y atravesando llanuras de nada me pasé a Rafita, que siempre está con un disco al quite cuando es necesario cambiar de bandas sonoras…

“Deberíamos ponerles rombos a las canciones” le respondía Pons a mi amigo Meneses, el de la revolución mofletuda. 

Así que por si acaso cada vez que cruzaba el Pisuerga le chivaba a los puentes que “yo soy un chaval y tú eres peligrosa…aquí lo normal es que pasen cosas”

Y vaya si pasaron, me acabé torciéndome un tobillo. “Sé la tirita, se la cicatriz”, le pedí a una elástica galáctica que me acabaría diciendo…Miau.

Me declaré en guerra y Coque, cuando dispara, fusila a matar si “Lo intenta”

Tras el verano llegarían los madrugones y los pactos con el diablo por un espíritu imperecedero:

“El diablo me visita y, cada noche, marchita este jardín con su anarquía,
y en mala compañía me deja a mí, conmigo, a solas”

Y de repente…

“Como si no hubiera que buscar sentido al destino o como si el destino no entendiera de direcciones o directrices (…) la trampa de la vida. El amor vive de la casualidad y juega con la circunstancia…

…cuando el camino encontró el recoveco adecuado, cuando acabaron las reivindicaciones, cuando lo mejor del tiempo era que ya no pasara. Y eso Robe lo sabía y ya lo había cantado antes, como hizo de fondo en cada capítulo”.

Y comieron pocas perdices, muchas pizzas, bebieron alguna que otra Mahou y puede que tomaran helados de Vainilla hacendado. Y después de tanta historia llegó Agosto de 2013 marcando 30 velas para soplar.

Pero eso será dentro de cuatro días. Reserven visita 🙂