Las bandas del camino (II de III)

El maldito LA lo cambió todo. “Él ya vivía deprisa, yo acababa de empezar a afeitarme cuatro pelos. Me adoptó como escudero y yo aprendí a mirar de lo que él ya sabía. Fueron meses de notitas, de llamadas, de amoríos incipientes. Todas suyas al final. Competíamos por miradas y guiños de nuestras compañeras, establecimos

Read More