Tienes gracia
27/05/2011
El día que la conocí el Adaja bajaba virulento y sonoro. Una figura caminaba entre sombras y gotas de agua manejando un paraguas con soltura. Demasiado pizpireta por las calles de piedra como para no destacar rápido ante unas retinas cansadas de rutinas y escalas de grises.
Cuentan que quizás
de tanto hablar entre dientes
cuentan que ya sientes
curiosidad…
Cuadrículas sin rellenar de un crucigrama incompleto. Lunáticos colgados, un perfecto caso sin resolver. Rockeros sin documentos…entrelazados por las carcajadas de las tejedoras de destinos.
El viento giraba desde Poniente. Estábamos hasta el cuello
..Y cuando sueñas vuelas por azar
Y con tequila aclaras tu ansiedad
Y por tu sueño viajo sin temblar sin más
de viaje sin temblar…
Seguro que se me olvida algo. Algún momento en el que me enamoré de ella. Algún momento en el que me sentí obligado a amarla. Pero con lo escrito vale.
Durante todo el trayecto, fiel a las tradiciones, me mantuve lo mas lejos que pude de ella. Hablando con sus compañeras, jugando con el móvil, removiendo los papeles de mi cartera, mirando al infinito…
Me gustaba más con ojeras…al tabaco no lo echo tanto de menos. Fumaba más cuánto más nerviosa estaba y nunca fue mucho de estarse quieta. Podían pasar diez años sin vernos y seguiríamos hablando como si nos hubiéramos visto esa misma mañana.
Eso querría decir algo. Supongo…
Gran parte de la culpa de cómo os tratan las mujeres la tenéis los hombres, pero es que tenéis una tendencia estúpida a simplificar la vida, las relaciones y a intentar buscar explicaciones a cosas que no lo tienen ni lo pueden tener porque las mujeres nos movemos muchas veces por impulsos… no sé cómo explicarlos. Son impulsos viscerales, por decirlo así, se sienten o no y punto. Y os empeñáis en comprender algo que no se comprende, se siente. Por eso ponéis verdes a las mujeres.
Risas que ahora dejan regusto amargo, risas con sabor a auténtico y añejo. Recuerdos y golpes de los que hemos aprendido. Risas, sí, que tal vez ahora salgan menos.
“Hoy nos vale igual jugar sin red
hoy nos vale igual un juego sin juez
y por instantes verte, durante y después”
Consciente hoy, tragos largos le dais. En tiempos de sanfermines me serví el Chivas escuchando Afinidad
Brújula y compás de los olvidados. Nuestro amor podía ser como un viejo reloj que sólo estaba en hora dos veces al día…pero nada sonó nunca como aquello.
Alguien te enseñó a hipnotizar a los tipos como yo
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[Una vez más he vuelto a robarle alguna cita a albertomdp y he secuestrado algunas viejas ideas del proyecto «Negrazu». Ambos me lo perdonarán… aunque tal vez me cueste un Chivas]
– Silencio administrativo –