El rigor de una azotea (Toda la verdad)

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Dinamita. Que cuando no está me quedo descuadrado y que cuando acumula muchos minutos sin estar ahí de repente me retorna emociones en forma de boomerang para hacerme recordar el vacío de un espacio que no es tan fácil de rellenar si lo intento con pinceles y brocha barata. Porque las cascadas de emociones sólo nos las generan las personas que son nuestro torrente de estabilidad.

Causa y efecto: intensa y extraña circulación sanguínea que otras veces llamo «el escalofrío de las certezas» pero esta vez me revolotea en los huesos que unen la palma de la mano con los dedos. Ya imaginaba que la estabilidad le iba a llevar a la madurez. Una intuición que ahora es certeza y que se asoma a mi pantalla con una belleza contundente.

Al final lo que todo esto significa es que tengo que volver a Zaragoza para veros. Que no suelto el Pilar porque se me vienen abajo los cimientos.

Otro regalo de escritura femenina para esta página…Anawy que es mentirosa, mentirosa cuando empieza como empieza…

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No es por nada, pero creo que se me ha olvidado escribir. Estoy seca

He sentido la sangre correr entre mis dedos. Densa. Cálida. Y he vuelto a descubrir que el arte nunca nace de la felicidad. No recuerdo muy bien la secuencia de los hechos porque nosotros somos así. Tan pronto nos estamos comiendo a besos como deseamos matarnos. Y a veces abrimos silencios en canal en el cielo de lo nuestro. De los que se sienten bien.

Se me ha secado la arteria literaria y la hemorragia es demasiado intensa como para pararla. Amanecer para mí es despertar de no haber dormido y darme cuenta de que preferiría estar soñando. Y entonces construyo atmósferas de realidad en las que el deseo es factible y puedo abordarte en cualquier parte, seducirte, desnudarte y follarte como si nunca fuera a poder volverlo a hacer. Y en ese instante puedo sentir tu sudor en mi piel y absorberlo para hacerlo mío, y llenarme de ti por fuera y por dentro, abarcándote con las piernas, los brazos y toda la piel.

Hacértelo ahí mismo. Sin más. Un polvo rápido, violento, sucio y apasionado. Contra la pared. Sin desvestirnos ni nada. Sólo por relajarme.

Y otras veces, te tengo cerca y me apetece estar tranquila, saberte a mi lado y apoyar mi cabeza en tu tripa para oírte hacer la digestión. Y putearte cuando sé que sólo quieres ver la tele y yo me aburro. Y te busco las cosquillas, o los huecos que conozco de tu cuerpo y que te hacen saltar como una rana y ponerte a la defensiva. Porque sé que te pones tenso y que me haces caso y ya no me aburro. También me gusta morderte, donde pillo. Y entonces, a veces te enfadas porque te hago daño y no controlo mi fuerza, y no comprendes que sólo soy un cachorrillo asustado que sólo quiere que le quieran. Y entonces, muy a menudo, me quieres.

Deja que te diga, nena,
que lo nuestro no es equitativo,
todas las noches que estoy contigo
tú eres quien come, yo soy comido…

Y te miro pilla, y entonces puede que te suplique por un beso, pero por uno largo, y pongo cara de buena para que empiece el principio del fin. Un deseo puro e inagotable. Violento y sutil. Estremecedor. Y cae la ropa alrededor mientras colonizamos el espacio en el que hayamos ido a caer. Todo al descubierto y en carne viva para que me escueza cuando me eches sal en las heridas para cicatrizármelas a base de eso que sé que es amor y que antes sólo imaginaba.

Esto es sólo lo más íntimo porque lo más visible de lo invisible se siente y se palpa sin necesidad de nada más. En una mirada, un gesto, un momento, un paseo, una sonrisa, una llamada, un saber que existes y que sabemos superarnos día a día

Y lo cierto es que sé vivir sin ti pero sabiendo que estás en algún lugar y que aunque sea un segundo al día, cuando no estás, me piensas.

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Y así Rubén – aunque no supo nunca bailar y mucho menos un tango – pensó que sería suicida no confirmar que en todo el año nada, absolutamente nada, le había hecho gozar y doler tanto. Walter, nos han bailado en la alfombra las frases que siempre envidiamos escribir y sentir.

Y la mano se me durmió (y dice que no se acostumbra a escribir solita…sin esa cabeza)

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2 thoughts on “El rigor de una azotea (Toda la verdad)

  1. Me alegra que seas el único privilegiado al margen de, que hayas compartido esto y que te haya llegado
    de nuevo sobran las palabras contigo =)
    matamimos!

  2. Digamos que el original es más largo pero hay entrañas que deben llegar por los conductos adecuados. Yo sólo fui un insistente mirón que no quiso apartar la vista porque quedó atrapado entre los puntos y las comas

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