Más Strokes y menos Prozac

¿Quién carajo nos ha robado la alegría?

Se busca chica alegre, con cierto grado de locura, sonrisa picarona de medio lao y mirada taladrante. Poco dada a seguir ciegamente los estándares, preguntona, enfadica y cariñosa. Y todo eso sin que servidor haya pasado hoy por Calle Fuencarral.

Tengo «picor de tetillas». Es una expresión pseudo-secreta que usábamos en Madrid cuando juntar a la cuadrilla no precisaba de tantos billetes de tren, bus y hasta avión. El sábado se levantaba con kebab, arroz o pasta; proseguía con película o Pro-evolution y evolucionaba después con un suculento paseo por la Gran Vía. Después del aire, la música, una duchita y ver alegres y coloridas madrileñas…la vitalidad volvía a correr por las venas. Espíritu sanamente vividor. Ojo, no íbamos de revolucionarios…salvo que buscar todoposible sonrisa sea una revolución. Que visto lo visto parece que sí. Hay poco rock’n’roll, demonios.

Perdonadme un segundo. Nina’s in the bedroom.

Octubre me sentó fatal y no me da la gana. Al menos no hoy, mientras me dure el efecto Reptilia. No me da la gana. Aunque lea los periódicos. Los que quedan abiertos, claro.

El otro día cerró Equipo, hoy La Opinión de Granada. He leído ambos diarios con frecuencia a lo largo de mi vida. Hoy un veterano periodista en la puerta de La Romareda me alertaba (se asustaba) sobre los tiempos que llegan: Ahora está prohibido preguntar en las ruedas de prensa, te miran mal por incomodar al poderoso, está prohibido acercarse a un futbolista. Antes los mercenarios al menos eran honrados. Ahora sólo sobre-bien-viven los paniaguados, los escribas del poder. Porque son ellos, los poderosos que manejan los hilos, los que están detrás de todo este tinglado. Retorciendo por sibilinos recovecos las libertades que tanto tiempo costaron conseguir. La dictadura silenciosa se va imponiendo mientras les pagamos el negocio. El verdadero problema del país viste con traje y corbata. Políticos, asesores, consultores y sindicaleros que sólo lo son de su propio bolsillo…ignorando al currela, matándolo a tasas, haciendo y deshaciendo con dinero público, intereses, cajas y comisiones.

Vaya esto dedicado a aquellos que son felices clavando sus puñalitos. Los envidiosos de la felicidad que nunca podrán comprar con billetes. Va por esos que como dice Reverte no compran tu trabajo, compran tu alma. Lo sentimos, Sabandijas: Nos estamos dando cuenta.

I don’t feel better when I’m fucking around…

Hoy en Gran Vía un resistente ha recibido un mensaje. Lo habrá leído, se habrá reído. Le gustaría estar aquí escuchando Reptilia como en aquellos buenos tiempos. Y lo haremos pronto. Porque es tiempo de recordarle al mundo que no puede con nosotros. Que siempre tendremos tiempo para dedicarle una despedida temporal. Bye bye, my love.

De vez en cuando es necesario perder la razón…

Así que me van a perdonar pero no me da la gana pensar en ningún producto químico que me idiotice. Esta noche sólo quiero rock & roll, una sonrisa de mujer y cerveza fresca en el gaznate.

Esta noche, cabrones, no me robaréis la alegría.

* Para Deivid.

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3 thoughts on “Más Strokes y menos Prozac

  1. Hoy te folló la inspiración

    Estamos a la mesa, hay fina mezcolanza, tinto con gas… Malasaña espera

  2. vaya sentencia Ru, genial =)

    Al menos intenté contribuir a mi modo a mantenerte la alegría en el cuerpo jiji

    Y lo seguiré haciendo siempre que pueda, tontorrónn!

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