Acabando el año, es menester pasar por aquí a cumplimentar repaso a si he cumplido uno de los objetivos del año: leer al menos un libro al mes. Algunos han sellado días de lectura de forma más productiva que otros, y en ocasiones con trampa porque hay libros más cortos y otros más largos, pero he alcanzado lo deseado: 12 de 12 y un 13º arrancado.
Pues tampoco es para tanto, dirá alguno con razón. Pero teniendo en cuenta que 2024, en lo personal, ha sido como una montaña de estas del Tour que no para de picar hacia arriba, se da por bueno. Criar muchachos, reinventarse laboralmente, leer una docena de libros, se da por valido el tiempo de la cronoescalada.
Y, con estas entradas anuales en el horizonte, me obligo a no caer en la tentación del otro capítulo (audiovisual) más y a seguir abriendo novelas o ensayos, que la imaginación necesita práctica, como todo.
Arranqué el año terminando «13» de Andrea M. Faya, una buena novela juvenil y notable narración sobre deporte femenino, que siempre he procurado alentar. Lo disfruté mucho y queda recomendado.
Tras ello, hice caso a Deivid Sopa y me puse en manos de Posteguillo, abriendo «Roma soy yo», que gocé notablemente y acabo de prestar a mi señora madre, dado que mi 13º libro del año es precisamente su continuación «Maldita Roma», que acabo de comenzar, para cerrar el círculo de empezar y acabar el año con el mismo prota surcando el Mediterráneo.
El libro que más he gozado este año… son dos. En lo internacional «El estrecho sendero entre deseos», porque Rothfuss tiene ese toque especial. Y en lo nuestro, «Jan Mayen», libro del que escribí recientemente.
Por lo demás, terminé de leer todo lo de Jurado de Reina Roja hacia atrás (para luego ir hacia delante), me puse al día con lo último de Dicker, cayó algún ensayo sobre política, espías y lo sobrenatural. Y gocé de Axel, de Luis García Rey (al que continúa Loor, nominada a #Farito en esta edición)
Esto fue todo… mañana dejaremos que alguna IA nos escriba por aquí (esto fue lo del año pasado). Y ya será el momento, en breve, de pedir regalos a los Reyes Magos. Os recomiendo…
y
Gustan a 11 de cada 10 odontólogos
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