Fantástico y fatal

Me ha salido un creador de sentencias.

Sigue siendo DJ, desde aquello de «Totana». Ya no preparo listas de reproducción cuando hay un viaje, sé que me irán diciendo qué poner. Procuro, eso sí, estar al tanto de los últimos lanzamientos de su gente predilecta. De repente, por estos azares de la naturaleza, ha descubierto Imagine Dragons: hicieron una canción para la patrulla canina. Bendito sea. 

La música, sí, sigue siendo una de sus claves. También las películas. Empezamos a sospechar que nos ha salido un artista. Aquello de «Esquens, esquens, esquens» fue otra pista determinante. (Se nos ha pasado un poco lo de Camilo y Morat, pero de vez en cuando revisitamos Colombia). 

El caso es que compone: coge la guitarra, xilófono o pianillo y se pone a tocar notas al azar -con cierta gracia- y a perseguir rimas. Y le salen, ojo: mañana y ventana o su gran hit: «agusto y arbusto», que tiene todo un estribillo que no adjunto por si aquello de los royalties. Nunca se sabe, que la vida está muy cara.

Voy al turrón. De cómo me dejó Fatality.

No recuerdo qué era, pero sí su respuesta. «Me parece fantástico y fatal». Algo le conté, una experiencia, una sabiduría que le quise transmitir sobre esto de la vida. Y la enseñanza me la llevé yo, porque aquello que le dije le pareció «fantástico y fatal». Y eso me resultó un maravilloso hallazgo. 

Pensé que aquello, si no estaba registrado en alguna parte, lo podría coger un grupo indie de esos, qué sé yo… los «Abrasa Quito», y se lo ponen de nombre a un disco:

«Abrasa Quito, el estupendo grupo de Lorca, llena La Riviera presentando su último disco «Fantástico y Fatal».

Llegué a casa y lo busqué: como me temía, aquello no era original. M. no lo sabe pero se le adelantó en la expresión un tal Ravel, ya saben, el del bolero:

«La obra de Ravel sobrepasa con mucho sus ambiciones iniciales. El músico compuso, según su propia definición, <un torbellino fantástico y fatal>»

Acabo de abrir la puerta, puesto el volumen alto, y he dejado que la magia se hiciese: M y L, y una tropa de superthings, han acabado llegando a la habitación, curiosos, atraídos por el torbellino fantástico y fatal.

Debería hacer camisetas.