Verano 23 (I: ¡Oh, gloria inmarcesible!)

O de cómo sé que dos de los miembros de Morat se llaman Juan Pablo. Y que Simón y Martín (me lo preguntó mi hijo) deben ser amigos, e incluso hermanos dado que se apellidan igual.

¡Cantemos, cantemos todos grito de paz y de alegría! Sí, también Apple Music me ha recomendado esta nueva canción tan veraniega y tropical, dado que durante meses la canción favorita de mi monicaco fue «Eres tú» (hasta la versión de Los Secretos nos escuchamos)

Pero desde entonces el camino se hizo las Américas. El autor de «¡Esquens, esquens, esquens!»  sigue demostrando su idilio con la música (nos estamos planteando seriamente el nuevo curso dejarle explorar esas vías). Ya lo de Totana nos dejaba claro desde muy pequeñito que tenía sus gustos y que quería seleccionar. El nieto de un granadino, una abulense, una oscense y un vallisoletano… nos ha salido, poco a poco, colombiano.

«Hola, Jonathan. Me encanta la música colombiana. Me ha dicho mi papá que la próxima vez que vengas a España me puedes colar en tu maleta para el viaje de vuelta. Y me llevas a ver a Morat»

«Hola, M. Dile a tu padre, que es un famoso periodista, que se coja un avión y os traiga a toda la familia a Bogotá, que aquí tenéis casa»

Todo empezó en Cádiz, donde empiezan muchas de las cosas buenas. Una terracita junto al mar, en ese pueblo (El Palmar de Vejer) que dan ganas de no decirle a nadie que existe para que sigue siendo como es. Dos cervecitas, el más pequeño dormido, el mayor mecido por la brisa de la tarde. Y, de fondo, el «Kesi» de Camilo. Nos la pusimos después en el coche, mientras el conductor se atusaba imaginarios bigotes legendarios. Y, desde entonces, de Colombia a Alaska (también con sabor mejicano)

El algoritmo de Google completó el camino. Y tras escuchar las canciones de Camilo empezó a recomendar Morat. Y se coló entre medias Yatra. Y Aitana. Y Aitana con Yatra. Y Yatra con Morat. Y Morat con Camilo. Y Morat con Tini, Paulina, Alejandro, Beret y el que se ponga por delante. Y sin darme cuenta, de repente, tenía todos los albumes de Morat, me sabía sus nombres, el del hijo de Camilo y hasta le di me gusta a EvaLuna a una foto muy tierna, porque llegó a mi vida el amor de mi vida, yo se lo pedí al de arriba pero contigo se le fue la mano.

¡Ohgloria inmarcesible! ¡Ohjúbilo inmortal! En surcos de dolores, el bien germina ya.

Pues tampoco es mala cosa que a dos padres más bien poprockeros les salga un churumbel cálido, latino, americano… ahora que llega el verano y estas suavidades vienen bien para el espíritu. Entonamos el himno de Colombia ahora que se acerca Julio, y las horas empiezan a oler de nuevo a océano.  Y así arranco también unas entradas veraniegas, cada una o dos semanas, de temas ligeros, que lleven su música o sus recomendaciones dentro y puedan sacar alguna alegría.

Si tú me dices ahoritaQue me quieres a tu laoQue lindo sería

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