¡Vaya palo!

Un blog de abulenses sobre Ávila, era el título de ese viejo proyecto (hace 12 años, vaya palo) llamado «Los 4 Palos». El abandonado grupo de Whatsapp (revivido de cuando en cuando con algún chiste, meme u ocurrencia) de repente se activó el otro día con una de esas palabras que se envenenan: ¿Volvemos?

Pues hemos vuelto. Ya veremos cuánto y cómo, pero con el asunto de las elecciones nos picó de nuevo el gusanillo. Hicimos la clásica porra electoral y hemos vuelto a zarpar el barco.

Decía Sabina aquello de «al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver». Pero por qué no hacerlo, me he preguntado muchas veces. El mismo Google me lee la mente, al buscar una vez más la canción, y se responde a sí mismo, relacionando este enlace, «Se supone que vamos siempre hacia adelante, pero muchas veces nos empeñamos en intentar conseguir justo lo contrario. Parece como si quisiéramos ir al revés y vivir hacia atrás«. Tras ello, enlaza también este tuit que dice «Decía Sabina que a los lugares dónde fuiste feliz es mejor no regresar. Yo, a los sitios donde fui feliz siempre, siempre, regreso. Por avivar recuerdos y sensaciones, por provocar reencuentros, por sentirme vivo.»

Cada uno, pues, que escoja su motivo y su camino. Yo, al contar que «El blog ha muerto: viva el blog«, he dejado escrito que me gusta dejar la puerta abierta para volver a los buenos puertos llenos de piratas, milongas y botellas de ron. No por nostalgia, sino por dar un último baile. Sobre todo intentar que no sea el último, como ese abuelo que se quita las muletas para dejarse llevar por la melodía y las caderas. Y, aparte de darle sentido al regreso,introduzco el tema del localismo y las venideras generales, que será sin duda objeto de análisis y de discusión en lo que tiene que llegar de aquí a Agosto.

Lo dicho, pasen por proa y popa, que esta vez lo de los palos es bueno: ¡Vaya palo! ¡Viva el palo!