Cuando todo se fue al guano

Los expertos -reunidos en Elm Street con Cumbres de Gredos, cola, hielos y unas cartas del Exploding Kittens- rápidamente se pusieron de acuerdo en cuando todo se fue al guano. Fue Agosto, 12 de Agosto de 2014, el punto de inflexión.

Ese día se publico la votación de los Faritos de la década, la década prodigiosa, que quedaron reflejados por aquí.

Dejamos de analizar el mundo con alegría, picardía y tono divertido… y el mundo se hizo gris, triste, anodino, plano. Vivimos ahora en un mundo enfadica y ofendido, y va siendo hora de quitarle telarañas y volver a divertirse un poco. Los que queráis, al menos.

Así que de aquí a final de año (los #Faritos volverán en nochevieja, como es tradición) los fines de semana iré publicando votaciones y propuestas para poner en orden el octonio (palabra invent) ominoso.

Recordemos lo básico. Son unos premios blancos, hasta para nominar a George Bush hay que hacerlo por algo divertido o peculiar, que aquí no venimos a enfadar a nadie.

Y, por supuesto, la parte final es la mejor, la de «Ocio, Amigos y Creaciones» en la que saludamos a lo más mejor de este mundillo virtual. Ése es el mejor palmares.

El premio, de haberlo, sigue siendo una caña o un montaje (si alguno quiere colaborar, será bien agradecido) pero lo fundamental es pasarlo bien. Vamos con ello, demonios. A por el octonio ominoso.

Hay gente que mata por un Goya… ni os imagináis lo que pueden hacer por un Premio Trapseia