En estado puro

(Texto escrito por «Luna»)

Tengo veinte años y creo fervientemente que no soy normal, que uso demasiados adjetivos, que no soy feliz. Finjo ser alguien que no existe, finjo que me parezco a los demás, pero me siento tan vacía que hasta los gritos se harían eco en mi garganta.

Seguro que esto último ya se le había ocurrido a alguien, seguro que no tengo nada nuevo que aportar, que el mundo es así de simple, que yo soy así de simple.

Apago el cigarrillo con fuerza en este bol que utilizo como cenicero, hago como si de verdad fuese una de esas escritoras frustradas y lo peor, es que de verdad lo soy. De esas que lloran sin motivo porque disfrutan haciéndolo y de pronto, se dan cuenta de que a veces no pueden parar las lágrimas. Y ese estúpido y punzante dolor que se aloja en el estómago inventado por escritores sin escrúpulos, está realmente ahí, donde ellos lo han puesto, donde saben que duele.

Sólo una razón, me gustaría que alguien me la diese, que alguien me hiciese tanto daño que ya no hubiera cabida para este asqueroso dolor por nada, para este llorar por nada, para salir de la nada.

Y ¡Qué felices los ignorantes! Por un momento, he soñado con serlo, he soñado con observarme ante el espejo y no pensar en cómo sería si fuese todo lo que no soy.

Puede que al final, esos gritos se hagan eco en mi garganta o puede que simplemente, esto se quede en el papel y yo me ahogue en este estado de ánimo que se queda corto para ser un sentimiento.

¿Cuánto hace que no siento? Me refiero a sentir de verdad, a tener un motivo; me refiero a minutos de tristeza, a segundos de amor, a instantes de algo que me haga volver a ser como los demás.

Quiero volver a preocuparme por no saber donde está mi muñeca, a cobijarme en mis padres, a pensar que ellos lo arreglarán todo. Quiero sentir ese no sentir nada sin preocuparme por todo lo que podría sentir. Quiero volver a ser niña.

Necesito saber que no me importa no pensar, que no me importa no sentir, que no me importa no ser. Necesito saber que no pasa nada aunque sepa que todo pasa, aunque el mundo pase ante mis narices y me salude con la mano.

Pero es que ahora es demasiado tarde para volver a empezar, para dar la espalda a todo, para aprender a ignorar.

Ahora ya no se puede hacer, ahora todo está hecho. Ahora ya no hay inventores que inventen algo no inventado; no hay escritores que escriban algo no escrito; no hay caer en la nada en la que ya se ha caído.

Ahora ya estoy perdida, ya no me pueden encontrar, aunque dudo que alguien caiga conmigo para buscarme.

Desde la nada, la vida continúa y yo la observo; tal vez piense en mí; tal vez no lo haga, pero ¿sabes? No se está tan mal aquí.

+1
0
+1
0
+1
0
+1
0
+1
0

Deja un comentario