Procastinaré con los giralunas
18/04/2008
Crueldad intolerable.
Ya me lo dijo alguien que bien le quiere porque bien se le parece:
“Mi primo, me reitero, un lilas. Y lo más cojonudo de todo es que encima las vuelve locas. Yo no entiendo nada”
Hoy no toca hacer profesión del elogio, pero sí del recuerdo. Para lo otro tendría que pasar horas rodeado de sol y sombra y no procede a estas alturas de semana.
Colocar tres cajas llenas de libros, notas y recuerdos puede ser más eterno de lo que parece. Para mi compañera de piso mi tardanza es algo intolerable e inexplicable. Sin embargo, creo que el haberme llevado en su útero le hace un poco blanda a la hora de acabar con mi procastinación. Así, mientras ella coloca un libro aquí y otro allá, yo subo una caja arriba, la abro y paro. Cojo unos apuntes, un periódico atrasado. Leo una página, me detengo en otra mientras me increpan: “¿pero todavía sigues ahí?”.
Creo que soy el compañero perfecto para no ir de mudanzas.
Entre esas hojas he podido comprobar -entre otras temibles realidades- que mis cuatro años de estudio de alemán se han quedado reducidos a lo que me temía. Todavía sé decir: tortilla de patata, cerveza, quiero, te invito, te apetece, cine, guapa, me llamo. Manuel básico de supervivencia.
[Total, que al final con aquella Elena tuve que hablar en inglés… faltabas tú para que no hubiera habido opción]
Pero lo que más tiempo me ha detenido ha sido un cuaderno lleno de apuntes de las clases de cuarto de carrera de los miércoles. De los días que fuimos, me refiero. Y con notas me refiero a chats a boli, pendejadas, relatos de escritura libre, chascharillos, caja de los truenos, programas diabólicos y hasta algún dibujo de Calvin & Hobbes. Aunque ya sabes que yo siempre fui más de Garfield.
Y mientras mi sufrida madre me miraba suplicante para que subiera una caja al piso de arriba, yo no paraba de reír detectando la letra del maldito gafudo con su prosa pedante, adjetivada e ingeniosa sin igual, añadiéndole unas frases y editando algunos versos a una sucesión de poesías que disfrazábamos de supuestos apuntes:
” Oh, lady Marilyn
me has golpeado
como un topo a un balín
Quiero que nuestras almas estén juntas
como si fueran dobles columnas
Voy a dedicarte esta oda
que mi amor te interprete
y luego nos daremos filete
Yo siempre te voy a amar
te lo digo con letra capitular
Me cagaría en la Luna
pero es que como tú no hay ninguna”
La epistolar respuesta amorosa no se hizo esperar…
“Oh baby reticulado
eres más que un corondel
tú eres mi alumno amado
más que cualquier bedel
Del diseño eres maestro
lo tuyo es la autoedición
déjame que te muestro
como ser mi campeón”
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Procastinando. Releyendo. Disfrutando. Iba a escribirle un mensaje ñoño para decirle que le echaba de menos hasta por un simple par de viñetas de cómic. Demasiado trabajo para ambos en los últimos meses. Y justo me ha llamado. Desde el concierto al que me invitó y no podía ir. Y con ese toque que le caracteriza, me ha llamado justo en mi canción debilidad.
En la línea de ese roce con lo surrealista que tanto nos gustaba y gusta cultivar, hay una canción aparecida en los últimos meses que merece el calificativo de genialidad.
Es Giraluna de “Sidonie” de ese discazo llamado Costa Azul.
“El giraluna dormía de día huyendo del sol.
El giraluna giraba y miraba de frente a la luna.
El giraluna con pétalos blancos un día escapó.”
– ¿Oyes bien?
– ¡Sobre todo cuando no le cantas al auricular, deivid, joder!
– Una nota nos dejooooooooó, acabaréis en un jarrooooón, ¿dónde estaaaás?
– En un apasionante proceso de procastinación y lavado de dientes
– Nos vemos prontoooo…giraba y miraba de frente a la lunaaaaaaa
Crueldad intolerable. Además… ¿me pareció escuchar a una cosa pequeñita de lunares?
Y aquí me ha dejado enfrente de mis teclas y mis letras. Recordando porque le adoro y porque a la vez le recuerdo odioso hasta echando un Risk.
Maldito Deivid de las narices. Me he puesto de cóctel “El lado oscuro” + “La chispa adecuada” + “Todo lo que nos gusta”. Culminado de postre con un poquito de Goñi: Visita a “El dorado” y un recuerdo a “Sara”. Ya sabes: “¿Cómo no va a ser calculadora, si estudia empresariales?”
Ocho días por delante que no terminan de acabar. ¿Dónde está el cambio horario cuando se le necesita? Peyton, Trasordax, servidor… como dijo aquella clothing-girl…ve preparando tres casillas para los despojados de la vida mundana.
/ Hasta la masacra final \
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[ Wikipedia mediante ]
La procrastinación es la acción de procrastinar (del latín procrastinare) es decir, de postergar actividades o situaciones que uno debe atender, por otras situaciones más irrelevantes y agradables. Este término proviene del latín pro- (adelante) y crastinus (relacionado con el mañana).
Quiero poner un rayo a esta lente de fresnel…se que el tema se pone ñoñero…pero…ah…hemos postergado citas, hemos abandonado…plantas carnívoras que no podemos dejar de abonar…haciendo equilibrismos en el surrealismo…preparándome para un round que se antoja final…te echo de menos, pero aunque no te lo creas, sabes que es verdad…
Tachán!
Snif snif qué bonito!! 😉
Está claro que Dios inventó las mudanzas para remover recuerdos y recordar viejas glorias, penas y amigos. Procastinemos pues!!
Bufff, tengo cajas sin abrir un año precisamente por el miedo a lo que haya dentro…
De este relato-reflexión postergado me quedo con la imagen de Ru revisando apuntes en cualquier rincón de su nueva casita; su paciente mamá observándole, entre el refunfuño, la ternura y la media sonrisa mientras revisa los retazos de su época dorada.
Cómo echamos de menos la etapa de estudiantes, con ocurrencias que jamás volveremos a tener y oportunidades que dejamos pasar, sin más, pensando que ya llegarían tiempos mejores… (y quizá lleguen, pero no como entonces…).
Besitos
Hoy tenía que estar en Afganistán, con la flamante Ministra, previa escala de dos horas en Kuwait, ya te contaré por qué no subí al avión…
AVANCE (SOY GILIGRASDSAJDLSAJKFLGKJDALFKJ)
No te preocupes por mudanzas, que además tendrás amiguitos fashion esperándote en cuanto llegues ejjeje y encima con tu pisito con sofá de tela de leopardo y sábanas Pedro del Hierro ….
Te veo regresar con un “aire distinto”
un besitooooo