¡Antúnez!

El deporte que más me ha gustado ver en directo, y he visto muchos por causa del trabajo, es el baloncesto. La atmósfera que se creaba en el Príncipe Felipe de Zaragoza, en los días grandes, era impresionante. Me da mucha envidia ver ahora cómo ha crecido el baloncesto femenino allí. Lo apoyamos mucho en su momento en el Play Zaragoza haciendo mucho contenido sobre Mann Filter o Stadium Casablanca. Ahora reinan por Europa y eso me pone contento.

«Colores y orgullo» escribí por aquí un día malo, cuando un robo infame bajó al CAI Zaragoza de vuelta a la LEB. Me hice, a cambio, rojillo para siempre.

«Yo lo único 2.0 que tengo en casa es el Pc Basket con los hermanos Arcega», me puso por aquí un día el maño Manza. Y me sirve para llegar a Antúnez. José Miguel Antúnez, cuando estuvo en activo, era un jugador de baloncesto bastante bueno, ganador de Copa de Europa, pero como triplista pcbasketero era la monda lironda.

Este fin de semana estuve por Madrid celebrando un 40 cumpleaños. El mío ya fue, y la crisis de los 40 me pilló en los 30ypico, así que lo gocé enormemente. Historias de abuelete, reencuentros con viejos escaladores de la montaña de la vida, jóvenes padawan a los que impartir sabiduría. Hablamos también de videojuegos, de la ausencia de tiempo ahora para jugarlos. Y, sin embargo, cómo de hacerlo ahora me apetecería un buen PC Basket con Cumbres de Gredos. Emular una nueva batalla de Antúnez contra malvados azulgrana. Esa barra espaciadora que apretada en el momento justo igualaba el partido. ¿Quién sería su antítesis? La memoria me traiciona, supongo que Solozábal, Nacho, tremendo jugón también.

Decía Alber el otro día por X que un amigo le contaba que se había hecho mayor cuando sus padres le presentaron los ingresos y gastos familiares. Esto es lo que entra, esto es lo que sale, esto es lo que hay. Yo, de lo que no éramos ricos me daba cuenta cada vez que los requisitos del PC Fútbol eran superiores a los del PC. Pasé de 286 a Pentium, con algún año perdido, recuperando vicios y partidas completando en un folio el puzle de saber qué escudo correspondía al equipo que solicitaba Dinamic para evitar el pirateo.

Villarreal y Leganés, cuánta gloria trajeron.  Y con ello también el basket, que luego tanto disfruté en persona, aunque por mi parte sea incapaz de ni ganar en las canastas de los recreativos. Qué altura más desaprovechada.

Recuerdo, volviendo al inicio, un entrenamiento que grabamos para ZTV, de la magnífica Paula Palomares, que estará grabado en algún archivo del grupo Heraldo. Metería, sin exagerar, ¿60? triples seguidos. Sin fallo.  Vi con el tiempo que hacía 3×3 también. No sé si aún estará la posibilidad de ser olímpica, pero me encantaría verla de nuevo canasteando y canasteando.

En fin: baloncesto, vida, amigos, buenos ratos. Tengo cinco minutos antes de ir a la academia… ¿me dará tiempo a instalar el emulador y echar un rápido viciete?

Que se prepare ese Anderson… 

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