Nos estamos acercando

Siempre hay que hacer caso a Noriega, porque es un grande y además en lo que se refiere a series habitualmente tiene el tacto fino. Un buen tipo. Ahí hace referencia a Galáctica, y aquí volvimos a las naves de la publicación semanal bajo la invocación a Action Stations. Los habituales de la web ya sabéis de mi debilidad por esta serie. Y mucha culpa de ello tiene que ver su final, que en parte (si lo habéis visto) es el inicio de esta entrada.

Nos estamos acercando a ese momento de las películas en la que empiezan las mejores distopías. Y si bien se asocia el futuro con eso precisamente, con sociedades perversas, antiutópicas… ¿Por qué no enfocar el futuro con la idea de que puede ser mejor, aunque dé miedo lo desconocido? ¿Y si esta vez la humanidad acierta y sabe desarrollar esa tecnología y sus posibilidades con acierto? Cualquier tiempo pasado no fue mejor; cualquier tiempo pasado pasado está. Si dice Kikollan que el mundo mejora… pues que siga la racha. Y que la quimera acabe saliendo buena.

¿Cuál es la mejor película de Nolan? Para muchos es Interstellar, para mí sería Origen. Ese futuro de ponerse unas gafas y vivir 1000 vidas puede que, de algún modo, sí lo vivamos. ¿Te enamorarías de un robot?, preguntábamos por aquí hace 14 años. Ese dilema ético se está acercando ya a nuestra realidad actual, indudablemente. Tal vez estén ya entre nosotros, ¿no? ¿Acaso «Her» (entrada de 2014) no está cada vez menos lejos de ser algo imaginario?

«Así que mejor no, no nos enamoremos de robots. Nos partirían el corazón todo el rato» escribía ahí Lu. Si es así, que puede ser, vendrán con ello nuevas canciones de desamor, más novelas de soledad, poesías y nuevas ficciones, asociadas a esas nuevas realidades. 

Nos estamos acercando. Ahí habría que dejar completar a Google… y tal vez dijese «a la extinción». Pero si esta vez damos con la tecla, y no tenemos que huir de Kobol, lo que se viene va a ser apasionante.