Contentriste (A por el 23)

Uno de mis grupos predilectos de whatsapp lleva por título «Regulinchis». Y es que así fue 2022, pero no hay que perder la mirada positiva. Aunque a veces no sea fácil…

Miro al espejo y ya no soy todo corazón. Mi calvita canosa ha digievolucionado y se ha expandido hacia tierras de Cartago. «Menos estrés», me reclamaba mi hermana. Pero si el algodón no engaña, la cuenta corriente tampoco. Los niños crecen, y lo hacen bien; pero  también lo hace el desgaste a todos los niveles. Un año del bebedero de Gondwana, toca darle buenas noticias a la vida. Parece que así será, pero hasta la firma se toca madera.

Así que si en su día acuñamos (el renacuajo) el termino «Enfatriste»  hoy titulo esto «Contentriste», para que dentro de un año el titular sea otro. Y que de esa famosa suma de salud+dinero+amor salgan positivos. 2023: año de estar más tranquilos, brindaba yo en Año Nuevo. Con salud todo lo demás lo pelearemos.

Pero para que sea más «conten» que «triste» hay que fijarse en lo positivo. El hilo de Kikollan de cómo, pese a todo, el planeta mejora (esa idea la usaba yo mucho cuando presentaba #LHDHP). O la buena noticia de que en Cádiz el oso salió de aquello y ya va con collarín. This is the way.

Al final es la idea habitual que ronda esta web desde hace ya tres lustros: entre el optimismo irreflexivo y la negatividad suicida hay una senda de trabajo y positividad que hay que procurar mantener, entre tanta ola y terremoto. 

Por aquí estos días hablaremos de ajedrez, un cuentecillo de amor, una vuelta de tuerca a los exitosos #Faritos (casi 900 usuarios el último mes, 2000 vistas de página, cuarto mejor mes de esta web desde que nació) para que sean más blancos, más «conten». Más celebrar que seguimos vivos y sanos.

Un temilla en esa línea: según la web de Pearl Jam, la siguiente vez que la toquen será la vez 800 que lo hayan hecho en vivo. Aquí va una de ellas, para celebrar a guitarrazos que we’re still alive y que vamos a por un gran y mejor 2023