El cambio de hora
07/11/2022
Cuando consulté a Siri a qué hora se había puesto el sol, el sol ya se había puesto. Nos habían vuelto a hacer el truqui del cambio de hora. Se debe ahorrar que te rilas, pero Noviembre ya es mes de anochecer muy muy pronto, y con ello incrementarse la idea de que el día se ha acabado casi sin presentarse.
Es 7 de Noviembre y una vez más tengo la sensación de que la jornada se está yendo volando. Tengo demasiados proyectos, iniciativas e inquietudes que llevar a cabo y el sol se irá a las 18:07, dentro de ya menos de 5 horas según escribo estas líneas. Escribir, escribir. También necesito muchas horas para ello, para ir dando forma a lo que revolotea en la cabeza. Pero las prisas no son buenas. Ni el estrés, ni la ansiedad. Ya escribiré de ello estos días también.
Al menos no hay día del docente esta semana, que esas festividades vienen muy mal cuando tienes dos niños pequeños y una nueva vida laboral que implementar. Lo adelanté por redes estos días. Tras un año muy complicado, exigente en lo personal, en la salud… me he lanzado a ser autónomo. Tengo muchas ideas, estoy abierto a otras muchas que puedan venir. Ya voy haciendo trabajos (fundamentalmente desde casa, de momento) de esos con nombres en inglés, modernos, no tan bien pagados como su prestancia aparentan.
Hemos vuelto a la lucha y creo que en excelente forma. Y lo digo así, como suena, porque cuando el día se va acabando y los ojos se te cierran, y tú no quieres entregar la cuchara a Morfeo porque quieres seguir haciendo cosas, escribiendo y leyendo, promoviendo y creando, disfrutando y escuchando, observando y redescubriendo…. es que estás vivo. Y estoy vivo. No quiero cambios de hora, quiero más horas.
Así que si lo queréis, me leeréis mucho próximamente. Trapseia vuelve, junto a algún otro proyecto también en Internet, y lo hago con fuerza. Según el clamor tuitero, deberían volver con ello también los Faritos. Vamos con todo, que el planeta sigue girando, la oscuridad sigue acechando y hay mucho que pelear, que implementar. Que lucir.
Dejemos un comentario como en los viejos tiempos. ¡Yo quiero recuperar esa energía que me permita regatearle siquiera unos minutos a Morfeo! Ya me dirás cómo lo consigues teniendo en tu haber dos pokémon. Abrazos trapseiescos…con ganas de leerte.
Como le decía hace unos días a Baeyens… es a lo que lleva la inabarcabilidad. Y rendirse nunca fue una opción (estoy oyendo is this it, de hecho)
Ya podían ser igual de inabarcables los sueldos… 😜 ¡Un placer leerte!