En algunas partes de Sudamérica le llamaron «Ford a Bigotes», lo cual es una maravilla. Hablo del Ford T, centenario ahora, que revolucionó la producción en cadena. De esto y de la vida del muy peculariar Henry Ford hay documentales y wikipedias por doquier, que invito a leer.
Titulo por ahí dado que traigo efeméride. De esas de las de percibirse viejo, maduro, en el buen sentido. Los 50 eran un terror hace 10 años, que ya empezaban a asomar como algo más cercano que el instituto. Pero ahora, ya naturalizado el trayecto, los revival hasta suenan saludables.
Poco a poco, cuando la vida va dando alguna tregua, voy avanzando en recuperar para el blog los viejos #Faritos perdidos en el ciberespacio. La edición que repasaba el 2009 ya está subida de nuevo, con los comentarios de la concurrencia. Ganaba ese año el premio «jueguecico» el Brain Buddies, al que le dimos tremenda caña en Zaragoza (menudos piques me traía con Anawy). Ahora veo que está por Android, voy a hacer como que no lo he visto.
«La sórdida liga tiene ya pues compañía en la galería de galardonados» escribía, refiriéndome a que la primera vez que dimos ese galardón fue dado a Vicisitud y Sordidez y su Fórmula 1 (por enlazar algo relacionado, les vinculo esto que siempre merece lectura). La F1 estaba en plenitud en nuestras pantallas: hace 20 abriles tuve casi 200 visitas por la web de entonces, lo contaba por aquí. FORD T era el equipo que lideraba nuestra primera edición de Fantasy, y no sabía quien era su dueño. No había entonces grupos de whats’app y ciertas personas no tenían messenger, o solo en algunas horas… era más difícil que ahora identificar según qué cosas.
Era el colombiano diabólico, que no se llevaría la victoria final, porque lo hizo la fabulosa Red Rouge Ai. Viene todo esto a cuenta, 20 años después, de que ha vuelto la Fórmula 1… y tenemos la mejor Liga Fantasy de España. La gran mayoría de los mejores clasificados de España el año pasado… están con nosotros. El nivel es magnífico, encabezado por los históricos pluriganadores Manza y Huang.
Vigésimoprimera edición y tanto Fernando Alonso como nosotros estamos hechos unos chavales.
Y es que envejecemos como el Ford T, bigotudamente.
