Mi ídolo: Bandit Pastor
07/11/2023
«Un día tengo que escribir de Bluey, la mejor serie infantil de estos últimos años, con personajes, capítulos, historias y enseñanzas magníficas. En ese universo reina un personaje, que no da título a la serie (excepto a un capítulo) pero que es el alma de la historia. La pequeña Bingo: deliciosa, bondadosa, sabia, adorable. Los que no la conozcáis, tenéis que conocerla»
Esto escribía en los Faritos del pasado 1 de Enero de 2023, cuando Bingo ganó el premio a mejor personaje de los últimos años. Y, el otro día, tras ver a la magnífica Skye de la Patrulla Canina ser la prota de la nueva peli de los intrépidos perritos, me acordé de esa promesa de hablar de Bluey…
… Aunque lo haga a través de Bandit Pastor. Precisamente para poner en valor los personajes femeninos, y cómo poco a poco van adquiriendo el papel que merecen, el rol necesario. Bandit es el padre de dos niñas, y al contrario que en otros muchos dibujos que hayamos visto históricamente, el padre es el que más juega y cuida del hogar. Un padre moderno, de eterna paciencia, cariñoso, cuidadoso, también picarón. ¡Y picón! Es el mejor, el amigo Bandit.
¡Quién fuera como él! Aunque, como se ve en el fantástico episodio de la píscina… no sería nada (o sería mucho menos) sin su querida Chili.
¿Por qué recomiendo tanto Bluey, para niños pero también para madres y padres? Por cómo te habla de la importancia de la familia, la amistad y la imaginación. Todo ello introducido con bella factura, cuidada música, hasta en ciertos momentos planos y secuencias de categoría (como cuando se fija la pequeña Bingo en algun animalejo volador o imagina volar entre planetas con su peluche)
Es una serie deliciosa.
¿Teníamos mejores dibujos cuando éramos pequeños? A veces me lo pregunto (recordando La vida es así, Los Mosqueperros…) pero Bluey ha llegado para discutir la cuestión.
El año del confinamiento vimos mucho Bluey, todavía no había ganado tanto éxito. Pedimos por Aliexpress unos muñecos, viejos ya, que han perdido la nariz pero que han dado muchas mañanas de juego. Con la expansión de la comercialización llegaron más figuritas, la casa, algún puzle y cuentos (por ejemplo, está el de la piscina que ahora devora, letra a letra, nuestro pequeñajo mayor).
Como leí por la web, cada episodio es una aventura en la que siempre se encuentra una lección, aunque muchas veces son los padres, Chili y Bandit, quienes las aprenden en paralelo con las hijas. Nosotros, en casa, lo usamos también para mostrar el amor entre hermanas (hermanos en nuestro caso). Los mejores cómplices, cada uno en su muy distinta versión.
Porque cada personaje en ‘Bluey’ tiene profundidad. Pincelada a pincelada va dejándote enseñanzas. Imaginativa, vibrante, tierna, divertida… ¿he dicho ya que tenéis que verla?
Poned volumen y disfrutad de esto:
Sólo este episodio merecería una entrada propia, un podcast, un visionado al que volver cada vez que los niños son más mayores y entienden más detalles. Y también para cada vez que los mayores nos volvemos menos pequeños y más insensibles. A mí la pieza me resulta emocionante. Una pequeña maravilla.
La serie no solo mantiene el nivel con el paso de los capítulos, sino que ha ampliado su galería de personajes inolvidables y sus materias. Como la relación de Bandit con su hermano, en el presente y en el pasado, por citar algo del idolo y prota de este post.
¿Qué haría Bandit en esta situación? me digo y me reprocho mentalmente muchas veces, cuando me da pereza encargarme de algo, cuando me cuesta dejar mis pequeños ocios y ponerme a jugar como es debido, como un niño curioso e imaginativo. También cuando las cosas de casa se amontonan y no eres tampoco el mejor marido. Cuando pierdes, en definitiva, la fuerza, la alegría, la determinación. Cuando las cosas se ponen cuesta arriba… me acuerdo entonces de Bandit e intento ser un poco mejor.
Todos aprendemos con Bluey, con Bingo, con Bandit, con Chili. Y ahora en casa jugamos al pulpo, al xilófono mágico o al espárrago. ¡Viva la familia Pastor!
Adoro a Bandit, pero no le perdono a Unicorsio.
Muy fans también por aquí, aunque la descubrimos bastante más tarde.
Ojo, ¡y primeros personajes femeninos que no son rosas ni de pestañas largas!