Siendo «La Roja»
10/06/2008
Hay algunos como mi compañero Soto que se van invitados a Innsbruck y otros como servidor que nos conformamos con vivir la Eurocopa a ras de piel. Y nunca mejor dicho.
Porque hoy inauguro una sección que sé es de las más exitosas en mis anteriores experiencias de la blogocosa. Desgracias, caídas, experiencias de un torpe. Porque soy torpe. Con cinco letras y unas cuantas cicatrices más. En las mejores salas de sus portatiles…“Piñatas y desgracias”
Ya avisé de que Trapseia sería un cajón de sastre y hoy me apetece reirme un poco de mi mismo y haceros un poquito más felices a base de sonrisas.
Mi querida Violetta recordará la noche , ya hace tiempo, que me planté en su portal en plena donación de moléculas. Algún día que tenga humor para ello subiré la historieta. Aquella noche al llegar a casa me puse a escribir como podía porque tenía la mano derecha como un trapo…o directamente con un trapo. Y lo que le dejé escrito a mi soulmate Guimansan fue algo como esto:
^* Contexto: Hospital de Segovia, hace unos años, era más joven y similarmente tontitorpe a la actualidad como demostraré unos párrafos más adelante
Enfermero alias “Jorge Cluny”: ¿Cómo dices que te has cortado?
Rubén: Sí, bueno yo, esto…..
Jorge Cluny: No muevas la cabeza muchacho, que cada vez que lo haces nos llenas de sangre
Ruben: ¿eso blanco qué es? ¿El hueso?
Jorge cluny: No, el tendon. Has estado a escasos milímetros de perder la movilidad del dedo
Ruben: Aaaaaaaaaaam
Me duermen la mano y empiezan a coserme el dedo.
Enfermera. A ver, q se me ha metido el hilo para dentro
Mi Hemisferio derecho: ¿dentro se refiere al dedo?
Rubén: caaaaaaaaalla
Enfermera: bla bla bla, si, tal
Jorge Cluny: si, bli bli bli bli….
Finalmente, tras 10 puntos y ver que mi dedo se había convertido en una cosa negra con rayitas, me fui hacia casa acompañado por Violetta, que me escuchaba entre harta y adjetivo indescriptible.
Rubén:” Creo q ya me puedo morir a gusto, Vio. He encontrado un sentido a mi vida. Haceros felices.Aunque sea a base de golpes.”
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La nueva historieta
“El secreto de la barba bíblica”
Mi barba luce espesa, de dos semanas, como en pasados tiempos de exámenes. Pero no es debido a que esté haciendo un homenaje a aquellos maravillosos años. Ni a que tenga excesivo curro matinal, que también. El secreto queda entre nosotros, lectores. Esto pasó hace unos días…
El personaje, un servidor. El escenario, la cuesta que va de una gasolinera a mi casa. El culpable, Chris Martin y el sonido de una de sus nuevas canciones.
Subo con “Viva la vida” en los auriculares. ” I used to rule the world … “ y el “chu – chu – chu – chun…” de fondo me animan a pensar en que – ¡diantres! – estoy en forma y puedo subir la cuesta corriendo a buen ritmo. Je. Je.
Lástima que sea una zona de obras.
Y que algunas no estén bien señalizadas.
Y que si no miras a tiempo al suelo, te puedes comer un algo-no-identificado que esté donde no se le suponía ni esperaba.
Asi que al ir corriendo tropecé y cogí vuelo. Caí con barbilla al suelo y futura espinilla en roji (sangre) y gualda (betadine).
Esto si que es vivir el torneo, proclamo. Ya lo dice el anuncio…
“Oh selección, mi selección. Roja como mi sangre, escucha el grito de tu afición. No más ilusiones rotas, no más rabia en la memoria”
Roja como mi sangre, sí. Para el siguiente link, desaprensivos absténgase. Para el resto, aquí la prueba.
De la barbilla no hago fotos, porque mi afeitado a lo Jack-final-segunda-temporada-de-Lost impide ver el destrozo. El after shave tendrá que esperar en la estanteria.
Al caerme miré alrededor (entre el dolor y la vergüenza) a ver si desde alguna ventana alguien había visto la hazaña.
Este secreto de “Mi roja” (herida) lo dejo programado para que salga a la luz justo en el comienzo del especial televisivo para el primer partido de España.
Porque juntos podemos. Aunque no hace falta que me tomen ejemplo…