Ávila (desde 418 kilómetros)

El 6 de diciembre del año 1.985 tuvo lugar la inscripción de la Ciudad Vieja de Ávila y sus Iglesias Extramuros en la lista de Patrimonio Mundial desde la concepción acendrada de que Ávila constituye un ejemplo eminente de ciudad fortificada de la Edad Media que ha conservado íntegramente su recinto amurallado

Me ha tocado alguna vez que otra – con mucho orgullo – hacer de guía de Ávila para amigos turistas/visitantes. Un paseo por La Muralla, San Vicente, Catedral, Cuatro Postes, Santo Tomás complementado por un obligado recorrido y cerveceo por los más atractivos lugares de tapas.

Me defiendo más o menos… o eso creía. Porque de repente un día llevé hasta allí a un amigo zaragozano y le junte con el mejor guía que conozco: el bueno de Prisci. Viejo compañero de batallas vitales y radiofónicas, pasear con él por mi ciudad de siempre fue como un nuevo descubrimiento. Los muros tenían nuevos significados, la disposición de elementos, materiales de construcción, alguna batallita histórica.. Tengo que engañarle más veces, con la excusa de nuevos turistas, para seguir empapándome de lo que esconde mi ciudad dentro y fuera de sus murallas.

Más allá de lo que puedes encontrar sobre Ávila en la Wikipedia o la Frikipedia, la mejor descripción cotidiana que conozco de mi ciudad es obra de Prisci. Con su doble ración de amor-dolor hacía la ciudad, como yo mismo habría podido firmar si supiera escribir todo eso… y es que lo que amamos nos duele siempre más. El texto empieza diciendo que Ávila es, aún hoy, como diría el poeta, la ciudad más castellana de Castilla. El resto no tiene desperdicio.

Ávila para lo bueno y para lo menos bueno suena a Calles de Piedra. Si nuestra ciudad fuera música, sería el disco de Manuel Galán que escucho mientras escribo esto.

Y hablo de uno y de otro con admiración, como he hecho de mi tierra en este blog unas cuantas veces. Texto a texto, voy haciendo un pequeño homenaje a lo que yo siento como Ávila. Mi Real Ávila , mi muralla en la radio, los músicos que nos emocionaron, los músicos que van creciendo, los ciclistas de antes, los ciclistas de ahora. Todo lo que nos hace vibrar.

En Ávila somos pocos pero damos mucha guerra. Y a pesar de los pesares, uno intenta demostrar desde este espacio que la ciudad sigue viva. Más ejemplos: los textos de Pablo Garcinuño, Triolocría luchando por el Creative Commons, los paseos con encanto.

Y más música del maestro Manel (al que el otro día volví a ver en el Dioce recogiendo a sus criaturas y por eso estoy hoy reenganchado a su música)

¿A qué viene todo esto? Resulta que la semana pasada recibí una llamada desde el Ayuntamiento de Ávila. El motivo era que dentro de los actos por el “Año del Patrimonio Mundial” se está nombrando a varias personas “Embajadores del Patrimonio”. Y ésta vez nos tocaba a los periodistas abulenses que no estamos en Ávila.

Me sentí extraño. Todavía no he hecho nada reseñable para entrar en una lista en la que imagino que habrá varios periodistas destacados, de nivel. Yo – e imagino que algunos otros más – soy otro abulense en el exterior más… porque no pudimos quedarnos. Además, ese mismo día que recibí la llamada, el señor Villanueva se había declarado orgulloso de que los jóvenes de la región encontraran trabajo fuera. Un hecho que esconde una realidad bastante preocupante detrás: Castilla y León se sigue quedando atrás, dormida.

Avisé de que no podía ir. Mi sueldo no permite muchos viajes…ir a Ávila me sale por unos 100 euros. Mi horario tampoco ayuda, trabajando mañana no podría haberme escapado de todos modos. Pero no importa, en cualquier caso y con foto o sin foto, seguiré como hasta ahora: hablando de mi tierra con orgullo, que no todo el mundo ha nacido en una Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Reflejando sus luces y sus sombras, buscando a cada impulso contribuir a hacer una ciudad un poquito más acogedora, más grande. No de edificios ni de habitantes, sino de pujanza, alternativa, movimiento. Esa es la Ávila que existe, a veces entre la niebla. Es la Ávila de la que todos los que he puesto por aquí (y me dejo otros muchos) somos orgullosos embajadores, con y sin diploma.

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13 thoughts on “Ávila (desde 418 kilómetros)

  1. Me ha emocionado leer todo esto y es que como tu, me he visto obligado a salir de nuestra querida tierra en busca de una vida mejor, en la capital del Principado de Asturias. Se hecha de menos la familia, las murallas, las cañitas (que no se nos olvide) pero si hay algo que hecho de menos, es acudir asiduamente al Adolfo Suarez a ver al Real Avila de mis amores.

    Un saludo Ruben.

  2. Inmerecidas alabanzas, como acostumbras.

    La mejor forma de llenar la mole del Palacio de Congresos sería convocar a todos los que vivimos en el exilio forzado para recibir premios. Eso si sería afluencia de público y no los visitantes de ciertas exposiciones.

    Villanueva dirá lo que quiera, pero me parece triste que aquel que quiera no pueda quedarse en su Comunidad. No hablamos de uno, estamos hablando de miles de personas, en su mayoria formadas que no encuentran un hueco en su entorno más cercano. Quizá esto sea bueno para ellos (por aquello de ver mundo) y para los lugares a los que llegan, pero dudo mucho que sea bueno para Ávila o para CyL.

    En fin, supongo que llegará un día que todo esto cambie ¿no?

    Abrazos múltiples.

  3. Poca gente conozco que hable tanto de Ávila como tú. Vale de prueba este blog. Aunque no hayas podido venir, felicidades, señor embajador. Y si es por la foto, eso lo arreglo yo con el photoshop. Un abrazo

  4. Deja, deja, que ya he visto la foto y salen todos muy sonrientes y encima con trajes y los pulgares con un tic… (no se enfade nadie que tengo por ahí dos o tres amigos)

  5. =D

    jo que orgullosa estoy de tener un AMIGO embajador =) jiji

    pero que sepas… q Burgos siempre estará x encima =P

  6. Sí, más al norte, pegaditos al cantábrico. No me llaméis cosas raras, que por ausente creo que me he quedado sin diploma. Yo quería una minicremallerita como la de la Avenida de Madrid (mi otra gran perla preferida junto al horrendificio moneístico)

  7. Odio cuando la gente se adjudica méritos que no le corresponden. ¡Ni que te hubiera facilitado ellos las cosas a la hora de marcharte de Ávila!.

    Ya te contaré mi aventura para irme al extranjero. Más que ayuda, trabas me pone la ciudad amurallada…

    Un besote 😉 .

  8. Si te hace falta algo, conozco a la reencarnación abulense de Willy Fog, usuario habitual de este blog 😀

  9. Vaya ataque de «avileñismo», por Dios!!

    Ya en serio, conozco pocos embajadores de Ávila tan completos como tú. Y hasta has conseguido que un segoviano con mayúsculas defienda a su eterna rival en más de una ocasión… pero no se lo cuentes a nadie.

    Un abrazo

    (Tal vez podamos vernos por Zaragoza, ya te contaré)

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