El pensamiento rumiante

Pensamiento rumiante, pensamiento rumiante, pensamiento rumiante. Y así me quedé en el sofá, rumiando pensamientos. Esta Aloña es peor que David Simon, certera como una patada en el rumen.

La seriéfila hablaba de Treme y yo andaba pensando en la vida y en ese Cervantes de nuestra era llamado David Simon“Ya se te ha ido, Rubén, tío”. Pues oiga, no. Ese mamoncete yankee se ha especializado en mostrarnos lo que generalmente no queremos mirar sea como sociedad o no digamos a través de los medios de comunicación. Su última provocación a nuestra amnesia se llama Nueva Orleans después del Katrina.

Somos una sociedad acostumbrada a los precocinados, también para la mente. Y Simon nos ofrece una catarata de personajes construidos con cincel, unos diálogos perfectamente equilibrados y un escenario tan real como sugerente, incómodo, pasional… brillante en definitiva. Prosa, poesía, música, imagen.

Pero decía que servidor rumiaba y rumiaba. Podría haber sido por cualquier personaje pero me había dejado muy pensativo el personaje de Creighton Bernette (un excelente-es-poco John Goodman). No daré espoilers pero digamos que el desarrollo de su historia es simplemente brutal. Esta vez no habrá licencias literarias: es una patada a los huevos. Simple, llana y contundentemente

* Traducción al speech en el blog de Sergio del Molino

Ya sabéis “Fuck you, you fucking fuckers”. Ahora podéis seguir leyendo lo que vendrá después pero os invitaría a volver a leerlo después de que os terminéis toda la primera temporada de Tremé. Lo que va desde ese Fuck You a un Ferry. Y por qué me quedé rumiando y dando vueltas y sin ganas de levantarme del sofá. Como un día escribí sobre “The Wire” y perdonad la autocita “es duro volver a la realidad cuando te la acaban de presentar sin trampas”.

Pero finalmente salimos de casa a encontrarnos con los diferentes lumbreras que nos ofrece la jornada vital. Y de la forma más tonta me vino el cabreo. Ahora lo leeréis y pensaréis que es una chorrada pero fue como una gota que colmó el vaso. Además el goteo vino de una persona a la que no tengo por tonta precisamente…pero aquello como que me indignó

“Pues vaya mierda Músicos en la Naturaleza ¿no, Rubén?”

Mierda por qué (Yo mosqueado)

“Después de traer a toda esa gente…Sting, Knopfler… Sabina y Calamaro vaya mierda”

Imagino que dices una mierda porque cantan en castellano. Que si hubieran legado todas sus creaciones en inglés sí que no serían una mierda. Una lástima que no hubieran podido porque el castellano es un idioma mucho más rico y en inglés no podrían. Pero nada, como cantan en castellano son una mierda. Solamente serán dos de los diez más grandes de la historia del rock en español, tal vez los dos más grandes, pero eso no importa. Coño, que a mi Sting me gusta, pero me ofende, me ofende infinito que se diga que ese concierto, ese encuentro entre dos genios, sea calificado como una mierda.

“Bueno, bueno, vale” (con mirada de “este tío está fatal”)

No me sentía tan enojado musicalmente desde que un becario en Los Sotanillos me dijo que nos fuéramos porque la música era una mierda (y lo que sonaba era Bohemian Rhapsody).

Sigamos. Nos pusimos a trabajar y recibí la llamada de un abulense cansado de batallar siempre las mismas luchas contra el clientelismo, la mediocridad y las envidias de nuestra tierra. Acabamos hablando de Santa Teresa sacudiéndose las zapatillas al salir de Ávila. Otra muesca más para nuestra relación de amor-odio con el terruño.

Pero una cosa me había quedado clara. Si los Rolling Stones hubieran surgido en Ávila y conociendo el percal serían “Los piedrecitas urbanizadas”. Así está el plan general.

Luego llegó la noche…ya sabéis. Unos idiotas exhibiendo banderas frente a otros. Una vez más mezclando deportes con identidades, creando problemas artificiales para que las personas no se preocupen de lo importante. Deprimente.

Pero ya sabéis el eslogan de este rincón: “Más Strokes y menos Prozac“. Me cogí el coche y me vine para Ávila escuchando a esos genios. Qué sería de nosotros sin esos genios, nuestros Becquer del XX y XXI, que a sus letras descarnadas unen melodías que casi duelen.

Pensé en llegar y que no lloviera pero llovía y mucho. Postergamos el encuentro para el viernes pero afirmo desde ya la sana intención de emborrachar a alguno de esos seres especiales. Porque a pesar de las envidias en Ávila tenemos varios. Desde lo microscópico (con frío electoral) al que se define (y no lo es) como un paquete: ¿Pensamos en ojazos andaluces?

Con los tercios cansados, el cuerpo me pedía poner lo de la suela del zapato…pero esta vez la frase tiene que ser de Oasis. Y va dedicada

Hoy many special people change? how many lives are living strange? Where were you while we were getting high?

Fuck you, you fucking fuckers

Lo único bueno después de todas las historias es que he acabado la semana elevando la cifra de borradores a 18 y dispuesto a tal vez algún día hacer caso a @Manzaniano y aventurarme a llevar las letras fuera del blog.

Lo que ya tenemos en marcha es un textillo para Alo sobre Charlie Runkle… una promesa de narración sobrenatural junto al zombie Decapi y el mataperdices de Pablo… (no todo en Ávila puede ser Lazy Town)…y si el tiempo lo permite me meteré en ese fregado llamado “Rosebud” que me votasteis hace un par de entradas.

Tal vez me podáis ahorrar el viaje (fucking fuckers) si os ponéis el primer capitulo de The Wire, llegáis hasta la quinta temporada y os dejáis atrapar por el pensamiento rumiante que seguro os irá creciendo.

Creighton Bernette

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